Los desequilibrios macroeconómicos acumulados durante la pandemia se han resuelto en gran medida. La economía chilena ha vuelto a su tendencia de crecimiento y la inflación ha caído gracias a unas políticas macroeconómicas adecuadas. Garantizar la sostenibilidad fiscal debe seguir siendo una prioridad para mantener la deuda pública por debajo del techo de deuda y hacer frente a las crecientes necesidades de gasto asociadas a las transiciones ecológica y digital, y al envejecimiento de la población. El crecimiento potencial de Chile se ha debilitado y aumentarlo dependerá de su capacidad para eliminar las barreras estructurales para elevar la productividad. Ampliar el acceso a servicios de cuidado de niños y ancianos de alta calidad y reducir las brechas de género en la educación puede ayudar a liberar todo el potencial de la fuerza laboral de Chile y mejorar la igualdad. Facilitar la adopción de herramientas digitales por parte de las PYME e impulsar la innovación mediante un acceso más fácil al apoyo público a la I+D son pasos fundamentales para la transformación digital. Para cumplir sus objetivos climáticos y aprovechar sus abundantes reservas de litio y cobre y su elevado potencial de energías renovables, Chile debe reforzar las políticas medioambientales, mejorar las infraestructuras, simplificar la regulación empresarial y preparar a su mano de obra, protegiendo al mismo tiempo el agua, la biodiversidad y las poblaciones vulnerables.
CARACTERÍSTICAS ESPECIALES: PERMITIR UNA MAYOR PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL MERCADO LABORAL; ACELERAR LA PRODUCTIVIDAD MEDIANTE LA DIGITALIZACIÓN Y LA INNOVACIÓN; LOGRAR UNA TRANSICIÓN VERDE PARA UN CHILE MÁS PRÓSPERO.
Lectura complementaria
- Evento de lanzamiento del Estudio Económico
- Nota de prensa
- Estudio Económico de Chile 2025
- Resumen ejecutivo