En lo que respecta a las políticas para movilizar recursos internos para el desarrollo y mejorar las condiciones fiscales, Panamá ha realizado importantes esfuerzos para impulsar un entorno favorable a la inversión caracterizado por unas tasas impositivas históricamente bajas. Este enfoque busca atraer inversiones al tiempo que reconoce que conlleva dificultades, como unos déficits fiscales crónicos y el limitado margen fiscal para el desarrollo de políticas de inclusión social. El país ha priorizado el crecimiento económico y la resiliencia a través de asociaciones con bancos nacionales de desarrollo, alineando estos esfuerzos con el Plan Nacional de Desarrollo de Panamá. Las inversiones se dirigen estratégicamente hacia sectores clave como infraestructura, energías renovables y resiliencia al cambio climático, con el apoyo del financiamiento internacional de entidades como el Banco Mundial y el Fondo Verde para el Clima. Paralelamente, Panamá ha puesto en marcha iniciativas como el Plan Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y el Plan Nacional de Adaptación, que pretenden diversificar la economía, promover la sostenibilidad y abordar los retos actuales de inclusión social. Con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina, Panamá está impulsando la implantación de la Estrategia Nacional de Educación Financiera.
Por lo que se refiere a las políticas para promover un mercado financiero robusto, inclusivo y sostenible, Panamá ha adoptado varias iniciativas estratégicas. Gracias a un proyecto del Banco Mundial, dotado con 40 millones de USD, se van a mejorar los sistemas de gestión de las finanzas públicas durante un periodo de cinco años con el objetivo de optimizar la sostenibilidad fiscal y la eficiencia del gasto mediante la consolidación del Sistema de Información de Gestión de las Finanzas Públicas de Panamá. El nuevo Marco de Asociación con el País (2024-2028) del Grupo Banco Mundial se centra en prioridades como la creación de empleo, la diversificación económica, la inclusión y la resiliencia ante los desastres naturales y el cambio climático, con especial atención al financiamiento de pymes y a la gestión de la inversión pública. El sector bancario de Panamá está experimentando una transformación digital, impulsada por las innovaciones fintech que promueven la inclusión financiera. La Agenda Digital, presentada en 2020, pretende transformar la administración estatal, reducir la desigualdad y mejorar la competitividad. Panamá también está realizando importantes inversiones en proyectos de infraestructura como el sistema de gestión del agua del Canal de Panamá, el Instituto Conmemorativo Gorgas, el Hospital Panamá Norte y una interconexión eléctrica con Colombia. Estos esfuerzos están orientados a mejorar la infraestructura pública y fomentar el crecimiento económico nacional.
En lo que respecta al financiamiento regional e internacional y a las asociaciones para catalizar recursos internacionales, Panamá participa activamente en los esfuerzos de colaboración destinados a impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y mejorar la resiliencia económica. Asimismo, se ha presentado “La Agenda Impostergable hacia un Desarrollo Sostenible en Panamá”, una iniciativa de Naciones Unidas que pretende orientar los planes nacionales de desarrollo para abordar las persistentes desigualdades, sobre todo en sectores clave como los sistemas alimentarios, la energía, la conectividad digital, la educación, el empleo y la protección social. Desarrollada con el Tribunal Electoral de cara a las elecciones de mayo de 2024, esta iniciativa subraya el compromiso de Panamá por acelerar el desarrollo sostenible a través de marcos políticos integrales alineados con la Agenda 2030. Panamá también ha establecido alianzas con la Unión Europea en el marco de la Agenda de Inversión Global Gateway. Estas colaboraciones priorizan las transiciones verde y digital, la salud, la educación y la recuperación económica sostenible. Su objetivo es aprovechar el financiamiento y los conocimientos internacionales para impulsar la resiliencia frente al cambio climático de Panamá y lograr la neutralidad climática para el año 2050. Iniciativas como la Taxonomía de las Finanzas Sostenibles son fundamentales para alinear los flujos financieros con los objetivos climáticos, y refuerzan el compromiso de Panamá con el desarrollo sostenible y los objetivos mundiales en materia del clima.